Aspectos clave para proteger la salud sexual de la niñez y juventud

La noticia sobre el aumento de casos de clamidia, gonorrea y sífilis en la población joven de Puerto Rico destaca problemas críticos en la prevención y educación sobre infecciones de transmisión sexual (ITS). Es crucial que padres, madres, cuidadores y profesionales enfoquen su atención en cuatro aspectos claves para proteger la salud sexual de nuestra niñez y juventud: 

1. Consentimiento: Respetemos los cuerpos de la niñez y juventud. El consentimiento es esencial en cualquier relación sexual y debe ser un pilar en la educación. Se trata de asegurar que ambas personas estén de acuerdo y de respetar las decisiones y el cuerpo de cada cual. Los currículos deben incluir la enseñanza del consentimiento, asegurando que jóvenes comprendan cómo establecer límites y cómo comunicarse de manera efectiva. Se debe abordar el consentimiento como un requisito legal y como un principio fundamental para evitar abusos y garantizar relaciones respetuosas y seguras. 
2. Postergar la actividad sexual: Esta opción es efectiva para reducir el riesgo de ITS. Al optar por esperar, la juventud tiene la oportunidad de reflexionar sobre sus decisiones, educarse mejor sobre la salud sexual y entender sus necesidades y límites. Los programas educativos deben apoyar a jóvenes en sus decisiones. Fomentar un entorno donde se respete la decisión de cada persona y proporcionar información sobre las implicaciones de ambas opciones contribuye a una cultura de co-responsabilidad y respeto.
3. Métodos de barrera y protección efectiva: Para aquellas personas que eligen estar activos sexualmente, el uso de métodos de barrera, como los condones, es crucial para protegerse contra ITS y embarazos no deseados. Los condones son efectivos y accesibles y deben ser promovidos como una herramienta de prevención. La educación sexual debe incluir información clara y precisa sobre cómo usarlos correctamente. Las campañas de salud pública pueden desmitificar el uso de condones y asegurar que estos productos estén fácilmente disponibles y accesibles.
4. Hacerse pruebas para ITS: El miedo a hacerse pruebas es un obstáculo significativo para la prevención y el tratamiento. Es esencial que las campañas de salud y los programas educativos aborden este miedo, destacando que muchas ITS son curables. La detección temprana y el tratamiento oportuno pueden prevenir complicaciones y reducir el riesgo de transmisión. Las pruebas deben ser un componente normal del cuidado de la salud, y tanto jóvenes como adultos deben sentirse cómodos al buscar estos servicios. Es crucial ofrecer un entorno de apoyo y sin prejuicios, asegurando que jóvenes puedan acceder pruebas confidenciales y recibir orientación adecuada.

En resumen, el aumento de casos de ITS entre jóvenes en Puerto Rico resalta la necesidad de mejorar la educación sexual y las estrategias de prevención. Al enfocarnos en estos puntos podemos promover una salud sexual más segura y reducir la transmisión de ITS. Los esfuerzos educativos y de prevención deben ser inclusivos, accesibles y adaptados a las necesidades cambiantes de la juventud. Con un enfoque integral de salud óptima y un compromiso continuo, es posible proteger y promover la salud sexual de nuestra juventud. Insto a que este acercamiento se incluya en la política pública de los candidatos y partidos políticos de cara a las elecciones.

Editorial de opinión para El Nuevo Día. Autora: Edna Acosta Pérez, PhD, MSc, psicóloga y educadora en salud, codirectora del programa Puerto Rico en Óptima Salud (PROSa).