Apoyo a los primeros respondedores
Las mejores prácticas en el manejo de emergencia prescriben que los primeros respondedores, tanto del sector público como del privado, se activen lo más pronto posible para brindar asistencia, orientación e intervención a las comunidades luego de un desastre natural.
Ese proceso de activación y de respuesta rápida viabiliza el acceso a servicios primarios y preventivos. Además, salvaguarda la seguridad e integridad de las comunidades impactadas. Reconocemos que los eventos de crisis ocurridos recientemente en Puerto Rico pueden generar efectos psicológicos, así como estrés y trauma, entre otros síntomas, en los niños, jóvenes y adultos. Pero, ¿qué ocurre con los primeros respondedores que atienden de manera constante estos eventos de emergencia?
Cuando el personal de apoyo se expone constantemente al sufrimiento de otras personas se puede generar desgaste emocional y/o trauma vicario. Algunos de los indicadores relacionados a los efectos de la exposición repetitiva incluyen síntomas de agotamiento físico y psicológico, desorden de estrés postraumático, trauma vicario y síndrome de quemazón laboral. Aunque las consecuencias no necesariamente se manifiestan de inmediato, las experiencias traumáticas constantes pueden incidir en el bienestar del personal de apoyo y afectar su rendimiento en el trabajo, en su vida social y familiar.
Este fenómeno se puede atender mediante un acompañamiento terapéutico, en el que se brinden espacios seguros para compartir experiencias, gestionar emociones, visibilizar retos, necesidades y fortalezas en beneficio del bienestar emocional y mental. Resulta imperativo que el personal de apoyo y respuesta en momentos de emergencia reciba la asistencia psicológica necesaria con el objetivo de aliviar la tensión acumulada y prevenir el trauma vicario, así como el estrés post traumático (Esteban et al, 2013).
Este acompañamiento terapéutico se puede desarrollar a corto y a largo plazo. A corto plazo, se puede trabajar con una intervención sobre resiliencia e identificación de necesidades de servicios psicológicos en el personal de agencias y organizaciones que ofrecen apoyo y servicio directo a nivel comunitario. A largo plazo, se recomienda implementar un programa para el manejo de bienestar y trauma basado en la atención plena, donde se utilizan estrategias basadas en evidencia en los tres niveles de prevención con el personal de servicio directo. En este tipo de programa se hace cernimiento de ansiedad y depresión a todo el personal, además de evaluar la salud organizacional de la empresa. De acuerdo con la necesidad del participante, se brindan servicios enfocados en el desarrollo de destrezas de atención plena.
En los últimos cinco años, nuestro país ha enfrentado diversidad de desafíos sociales, económicos y ambientales. La labor que realizan los primeros respondedores del sector público y privado en momentos de emergencia es ese motor que viabiliza la identificación de espacios seguros y de recursos accesibles en nuestras comunidades.
Por tanto, existe la necesidad de brindar intervenciones que les provean herramientas de afrontamiento y autocuidado. Este tipo de programa debería ampliarse a otros escenarios laborales como un servicio disponible, accesible y continuo para el recurso humano del sector público y privado.
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